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Conciliar vida laboral y familiar

conciliar vida laboral y familiar

La incorporación de la mujer al mercado laboral ha supuesto un cambio social que requiere una adaptación de las familias para poder conciliar la vida laboral y familiar.

Una mala conciliación supone estrés al trabajador y el estrés afecta a su salud física y psicológica, así como a su disposición y capacidad para afrontar las demandas de su trabajo. 

En la práctica y tal como lo demuestran los estudios realizados en este campo, quienes más afectadas se ven son en general las mujeres, que se han incorporado al mercado laboral asumiendo el rol de trabajadoras y  en la mayoría de los casos a su vez manteniendo su antiguo rol de cuidadoras. Tienen un doble rol que implica una doble jornada a veces difícil de sostener y que tiene costes y consecuencias importantes. En el caso del rol de los hombres, éste no se ha transformado de manera tan significativa. Según el informe sobre conciliación realizado por el instituto de la mujer (Ministerio de igualdad) en el 2005, un 42,6% de las mujeres que abandonaron el mercado de trabajo refieren haberlo hecho debido al nacimiento de un hijo. En el caso de los hombres, solo un 2,3% abandonaron su trabajo por este motivo.

Todo cambio genera una crisis, y las crisis generan una inestabilidad que nos obliga a hacer cambios para adaptarnos a las nuevas circunstancias. El hecho que la mujer trabaje fuera de casa implica que ya no disponga del mismo tiempo para dedicarse a las funciones de cuidado de los hijos y de la casa. Para adaptarse a la nueva situación y conseguir conciliar la vida laboral y familiar el papel de los hombres es fundamental e implica en consecuencia asumir un rol más activo del que ha tenido hasta el momento.

Para solventar estas dificultades de conciliación, las familias han puesto en marcha diferentes recursos. Además de la negociación y reparto de las tareas domésticas de manera más equitativa, las parejas están utilizando otros recursos como la propia red familiar, apoyándose principalmente en los abuelos. Otras familias, dependiendo de su situación económica y familiar, tienen que delegar y apoyarse en algunas personas o servicios para que se encarguen del cuidado de los hijos cuando ninguno de los progenitores puede ocuparse de las tareas domésticas.

teletrabajoPara responder a esta dificultad cada persona, hombre o mujer, tiene que hacer los cambios posibles y necesarios para conseguir una mayor conciliación de la vida laboral y familiar. Cada pareja, tiene que negociar la organización de los horarios y buscar soluciones conjuntamente. Las familias (por ejemplo, los abuelos) también realizan cambios para cubrir estas funciones de cuidado cuando los padres no pueden hacerlo. En este mismo sentido, también las empresas empiezan a ser conscientes de ésta cuestión social y algunas han empezado a tomar medidas para facilitar la conciliación del trabajo con la vida familiar, por ejemplo consiguiendo descuentos para sus empleados a través de acuerdos de colaboración con guarderías cercanas a la zona de trabajo.

“Algunas empresas empiezan a dar algunas facilidades como la flexibilidad horaria o el teletrabajo con el objetivo que sus trabajadores tengan una mejor calidad de vida sin que esto afecte a su productividad, sino todo lo contrario.”

Además, a nivel social existen muchas otras cuestiones que influyen en esta situación  y que por lo tanto pueden formar parte de la solución. Por ejemplo, está la cuestión de los horarios y calendario laboral y escolar; también está la cuestión de la legislación que regula las condiciones y duración de las bajas de maternidad y paternidad.

Nosotros, desde BH Consulting somos especialistas en prevención del estrés y ofrecemos formaciones a las empresas para promover la conciliación laboral y familiar de sus trabajadores con el objetivo de que estén más satisfechos con su calidad de vida en estas dos áreas de su vida.

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