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Tomar de decisiones es una habilidad que empleamos cientos de veces cada día, tanto en nuestra vida profesional como personal. A la hora de tomar decisiones, el equilibrio entre la impulsividad y la valoración excesiva es fundamental.
Un extremo: la impulsividad:
Cuando nuestra agenda está colapsada y los deadlines nos acechan, es tentador despejar el panorama a base de decidir rápidamente.Sin embargo, una mala decisión puede generar a corto o medio plazo, una carga de trabajo mayor al tener que corregir las consecuencias.
El otro extremo: la valoración excesiva:
La única forma de no equivocarse al tomar decisiones es no tomarlas. Es frecuente que se den mil vueltas al “problema” para encontrar la solución perfecta que, o no existe o nunca conoceremos hasta después de tomar las decisiones.
El miedo a equivocarse es comprensible, pero la procrastinación (retrasar una decisión o tarea) puede ser muy perjudicial.
Si el problema se acaba solucionando sin actuar, o si otra persona acaba tomando la decisión por nosotros, es probable que el mecanismo de evitación de decisiones se consolide.
Encontrar el punto intermedio entre estos dos extremos, por tanto, es clave.
¿CÓMO TOMAR DECISIONES DE MANERA CORRECTA?
Emplear el siguiente proceso puede ayudarte a ser operativo:
- Apunta en una hoja cualquier idea o solución que se te ocurra, sin importar lo disparatada o poco realista que parezca. No las detalles, simplemente escríbelas a grandes rasgos.
- Selecciona las ideas u opciones que creas más válidas y operativízalas en acciones y pasos concretos.
- Valora ventajas y desventajas de cada opción, puntuándolas incluso de 0 a 10 si lo deseas.
- Una vez hecho este trabajo y con la sensación de haber barajado todas las opciones, date un tiempo (ej: 10 minutos). Pasado este tiempo deberás tomar tu decisión.
Cualquier otro paso significará volver atrás y redundar en pensamientos ya elaborados: lo que equivale a un perfeccionismo inoperante. Una vez se han valorado todas las opciones y se dispone de la información que está a nuestro alcance, debe tomarse una decisión.
Una vez que se ha elegido la alternativa óptima, se deberán planificar todas las actividades para implantarla. Posteriormente, sería recomendable efectuar una valoración de los resultados.
